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Diario La Nación

Perfiles buscados. Las carreras universitarias con más salida laboral y las nuevas habilidades imprescindibles

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Las competencias tecnológico informáticas y en el manejo de datos son altamente valoradas por el mercado; disciplinas tradicionales como Psicología o Kinesiología también garantizan empleabilidad; sin embargo, más allá de la formación, hay capacidades fundamentales para no quedar afuera del mundo del trabajo a futuro

28 de julio de 202203:52Mariana IsraelPARA LA NACION

Una pregunta de peso, entre muchas otras, a la hora de elegir una carrera es: ¿cuál será la salida laboral el día de mañana? No necesariamente las más convocantes son las que mayor proyección tienen en el mercado, pero en general existe alguna correlación. Además, universidades públicas y privadas rediseñan sus planes de estudio para incorporar opciones nuevas y adaptarse a la llamada cuarta revolución industrial. De todos modos, expertos en recursos humanos advierten que, más allá del conocimiento, algunas habilidades de las personas serán las determinantes a futuro.

“Las empresas demandan empleados con competencias tecnológico informáticas, manejo cuantitativo de datos y habilidades blandas, como trabajar en equipo, capacidad para liderar, creatividad y facilidad para comunicarse”, describe Marcelo Rabossi, profesor de las especializaciones y maestrías en educación de la Universidad Torcuato Di Tella.

Por su parte, las universidades enfrentan el desafío de actualizar la oferta académica. Pablo Hernández Molteni, secretario de Promoción e Ingreso de la Universidad del Salvador, plantea como uno de los objetivos que “los estudiantes puedan realizar un aprendizaje significativo, que incluya aquello que necesitan aprender en el marco de una situación política, social y económica particular”.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.522.0_en.html#goog_1026942510about:blankSKIPAds by

Los conocimientos adquiridos en la facultad deberán combinarse con habilidades blandas para lograr una mayor empleabilidad
Los conocimientos adquiridos en la facultad deberán combinarse con habilidades blandas para lograr una mayor empleabilidadJULIAN BONGIOVANNI

Informática y tecnología, en el centro

¿Qué tipo de perfiles exige hoy el mercado? Con la transformación tecnológica en auge, las organizaciones buscan más talentos relacionados con disciplinas IT. “Desde UADE notamos que el mercado laboral está demandando carreras para abastecer la digitalización de la economía. En este sentido, Negocios Digitales, Sistemas, Comunicación Digital y Diseño Multimedial/Audiovisual son algunas de las que han tenido mayor crecimiento en el último tiempo”, cuenta Ariel Vázquez, director de la Licenciatura en Recursos Humanos y la Licenciatura en Negocios Digitales de la Universidad Argentina de la Empresa.

“A partir de la pandemia, sobre todo, la carrera de Programación de Sistemas cobró una vida particular. No llegamos a cubrir la demanda de empleo con los graduados”, añade Laura Pérsico, vicerrectora de UCES. Allí y en otras universidades la necesidad del mercado coincide con el interés de los alumnos, que se inscriben en masa en Programación.https://e9c0b91877cce1d877019d1f783eec18.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Entre las carreras tradicionales, todas las relacionadas con las ingenierías mantienen un alto requerimiento. Y, a pesar de que suele repetirse que “no hay suficientes ingenieros en la Argentina”, sí se observa un incremento sostenido de ingresantes, al menos en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), desde 2016.

Allí, Ingeniería Informática e Industrial se llevan la mitad o más de los inscriptos. “Estamos en la época de las ingenierías y la facultad está haciendo lo posible para aggiornarse”, destaca Alejandro Martínez, decano de FIUBA, en relación con el Plan 2020 que apunta a actualizar todos los contenidos. “Ya aplicamos un cambio en el CBC para incorporar Pensamiento Computacional. Siempre fue importante tener una buena base de ciencias básicas: matemáticas, física, química. Ahora, se agrega informática”, afirma.

La gestión de proyectos suma un capital adicional para todas las especialidades vinculadas a la tecnología y la informática, coinciden las fuentes consultadas.

Lucas Grosman, rector de la Universidad de San Andrés, comenta que la carrera actual con más potencial es Negocios Digitales. “La lanzamos en 2019 después de hablar con posibles empleadores y concluir que había una demanda insatisfecha de profesionales que entendieran de tecnología y negocios”, relata.

Desde el CBC se incluyen nuevas materias para que las universidades se actualicen en función de la demanda del mercado laboral
Desde el CBC se incluyen nuevas materias para que las universidades se actualicen en función de la demanda del mercado laboralGentileza de la UBA

En UCES, además de Marketing, la Licenciatura en Dirección de Negocios es también muy requerida, y en la Universidad Católica Argentina (UCA), Administración de Empresas sigue ocupando un lugar destacado en el podio de empleabilidad de los graduados. En la Universidad del Salvador (USAL), las carreras con mayor proyección son las cursadas en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, precisa Agustina Lucero Schmidt, directora de la Secretaría de Bienestar Universitario.

Ana Linares Quintana, vicepresidenta de Docencia e Investigación de la Universidad de Belgrano (UB), pone el acento en lo que sucede con Logística Integral. “Es un fenómeno inédito por su gran inserción laboral dado su vínculo con el e-commerce”, señala.

La formación previa a que los alumnos salgan al mundo del trabajo abarca mucho más que los contenidos de las materias, en sintonía con lo que espera el mercado. “Interactuamos con las compañías para identificar los conocimientos transversales a las distintas disciplinas a incorporar por nuestros estudiantes. Los preparamos para que puedan resolver problemas, desarrollen pensamiento crítico y sean creativos e innovadores”, aporta Matías Popovsky, vicerrector de la Universidad de Palermo.

Las casas de estudios tratan de avanzar al ritmo de un contexto cambiante en el que sus alumnos deberán desenvolverse. Julián Leone, subsecretario de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, asevera: Buscan perfiles analíticos, que sepan estructurar una base de datos, fundamentar con datos. No buscan solo un economista”. En este sentido, resalta la importancia de la actualización de los planes: “Economía creó una materia ligada a lo que es ciencia de datos y se incorporó el conocimiento de monedas digitales”.https://especialeslntools.lanacion.com.ar/generic-carreras-con-mayor-demanda/index.html?initialWidth=733&childId=anexo-2O4QVGWFJRCBDDZOQZ37PEOJCU-0&parentTitle=Perfiles%20buscados.%20Las%20carreras%20universitarias%20con%20m%C3%A1s%20salida%20laboral%20y%20las%20nuevas%20habilidades%20imprescindibles%20-%20LA%20NACION&parentUrl=https%3A%2F%2Fwww.lanacion.com.ar%2Fsociedad%2Fperfiles-buscados-las-carreras-universitarias-con-mas-salida-laboral-y-las-nuevas-habilidades-nid27072022%2F

Carreras tradicionales con salida laboral

Enfermería, Kinesiología y Psicología son tres carreras tradicionales con una importante salida laboral, especialmente después de la pandemia. “Enfermería tiene el 100% de demanda del mercado”, indica María Manson, directora del Departamento de Graduados y Desarrollo Profesional de la Universidad Austral.

Psicología, tanto en la USAL como en la UCA y la UB, es una de las carreras con más potencial, que se correlaciona con un alto número de inscriptos. Y Kinesiología, por ser una especialidad vinculada a los efectos del Covid-19, evidencia el mismo efecto en las diversas universidades.

Es esperable que la demanda de profesionales de la salud siga creciendo, “a medida que la población envejece y la expectativa de vida aumenta”, señala Rabossi.

La salud en el trabajo también cobró mayor relevancia después de la pandemia y, por eso, Recursos Humanos es otra carrera muy solicitada para garantizar y fomentar el cuidado de las personas, el bienestar y la flexibilidad, valores prioritarios para los nuevos profesionales, según explica Mercedes Pastor, exdirectora de la carrera de Recursos Humanos en la UCA y Directora del Centro de Calidad de Vida Laboral de UCATec.

Linares Quintana suma Arquitectura y Derecho entre las que llama “fundacionales”, pero conservan una interesante perspectiva en el mercado.

Buen olfato

Este año, la Universidad de San Andrés lanzó Ingeniería en Inteligencia Artificial y pronto se convirtió en la segunda carrera con más inscriptos. La Licenciatura en Ciencias del Comportamiento es otra incorporación que despierta gran interés en el alumnado y promete una buena salida laboral.

Sorprendido por la cantidad de aspirantes a estas opciones, Grosman está convencido de que los jóvenes tienen “buen olfato” para captar la demanda del mercado del futuro: “En mi experiencia, suelen entender para dónde va el viento bastante más rápido que los adultos y están muy abiertos a nuevas ofertas. A veces, la reticencia a las nuevas carreras es de los padres”, analiza.

La Licenciatura en Analítica Empresarial y Social en el ITBA tuvo en 2021 la primera promoción de graduados, que enseguida vieron posibilidades de trabajo. También los que están cursando los últimos años son requeridos, indica el ingeniero Juan Vidaguren, decano de la Escuela de Gestión y Tecnología del ITBA.

“Al crear una carrera nueva trabajamos muy de cerca con la industria. Para lanzar la Licenciatura en Analítica entrevistamos a referentes del mercado y potenciales empleadores, y evaluamos el perfil del graduado antes de diseñar el plan de estudios”, comenta.

Otras alternativas novedosas con amplias oportunidades a futuro son aquellas en las áreas de agronegocios, energías renovables y biotecnología, según Rabossi. El especialista cuestiona que, en algunos casos, existe un desfase entre la oferta de las universidades y la demanda laboral. “La Argentina es un país con un potencial fenomenal en lo que hace a la producción energética y la explotación minera. Hay muchas empresas interesadas en invertir. Sin embargo, producimos pocos graduados en estas áreas”, advierte.

Carreras cortas para ingresar al mundo IT

En este contexto de innovación permanente, existen también carreras cortas y cursos con salida laboral inmediata para formarse en tecnología e informática.

La consultora ManpowerGroup y el portal de empleos Bumeran enumeran algunas de estas alternativas. Por ejemplo, Análisis de Datos, clave para detectar oportunidades de negocio, riesgos y puntos de mejora. En el caso de Marketing Digital y Community Management, se ofrecen herramientas para cubrir una necesidad continua: el diseño de estrategias para posicionar a las marcas en el mundo actual.

Por supuesto aparece Programación, que es un diferencial en cualquier CV, no solo para el puesto de programador, sino también para el desarrollo de proyectos desde otras posiciones. Ciencia de Datos se ganó un lugar para aprender sobre Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning, esencial para quienes quieran entrar en la industria de la automatización. Otro nombre que cada vez resulta más familiar es Diseño UX, una disciplina hacia la que suelen virar diseñadores gráficos y comunicadores que quieren aumentar su empleabilidad. El objetivo es crear plataformas intuitivas y fáciles de navegar para los usuarios.

Diseñadores gráficos y comunicadores que quieren aumentar su empleabilidad se inclinan hacia el Diseño UX
Diseñadores gráficos y comunicadores que quieren aumentar su empleabilidad se inclinan hacia el Diseño UXArchivo

Pero no todo es informática y tecnología cuando de carreras cortas se trata. Otra con alta demanda es Calígrafo Público, que dura entre tres y cuatro años, y es un perfil muy requerido para procesos legales y administrativos, destacan desde Bumeran. Y añaden Despachante de Aduana dentro de este grupo. Estos trabajadores se encargan de clasificar la mercadería que proviene del exterior y realizar las declaraciones aduaneras correspondientes.

Las carreras acotadas son una gran opción para estudiantes recién salidos del colegio secundario que no saben aún a qué dedicarse y buscan empezar a trabajar en distintas áreas. Para quienes vienen ejerciendo en lo mismo desde hace años, estos cursos brindan la oportunidad de incorporar nuevos conocimientos rápidamente.

“La carrera universitaria promedio en la Argentina está pensada para un mercado de trabajo en vías de extinción. Hoy se necesita un trabajador con conocimiento cuantitativo y adaptativo. Por supuesto que es fundamental que conozca y muy bien los principios que hacen a su disciplina. Sin embargo, con tres o como máximo cuatro años de estudio es suficiente para que sea productivo en el mercado de trabajo”, opina Rabossi. Su mirada es que sería acertado ampliar el número de títulos intermedios.

Universidades públicas y privadas se ocupan de conocer las demandas del mercado y las necesidades insatisfechas que posiblemente cubrirán sus alumnos el día de mañana
Universidades públicas y privadas se ocupan de conocer las demandas del mercado y las necesidades insatisfechas que posiblemente cubrirán sus alumnos el día de mañanaRicardo Pristupluk – La Nacion

La nueva mirada: no todo es el conocimiento

Alejandro Melamed, consultor y referente internacional en temas de estrategia e innovación en Recursos Humanos, prefiere hablar de “mayor empleabilidad en el corto, mediano y largo plazo”, en lugar de salida laboral inmediata. “Este concepto resulta más apropiado en un contexto siempre cambiante en el que las profesiones del futuro posiblemente no se hayan inventado todavía”, plantea. En este sentido, sostiene que la clave en la formación es adquirir la capacidad de aprender a aprender, indispensable para una inserción dinámica en distintos puestos a lo largo de toda la vida. “Ya no hay una carrera para siempre”, analiza.

Para los expertos, el acento debe ponerse no solo en el conocimiento, sino -y sobre todo- en las habilidades. “En las organizaciones las personas tienen que articular sus capacidades técnicas con sus habilidades para poder dar respuesta a las necesidades de este mundo volátil”, señala Virginia Borrajo, directora de talento del estudio Locht.

La adaptabilidad y la flexibilidad, aparecen como características fundamentales. Y destaca otras tres. “La agilidad emocional es prioritaria. Es la capacidad que tienen las personas para administrar sus emociones y de esta manera adaptarse a los nuevos desafíos de su organización. Construir redes de colaboración es la facilidad para establecer una interacción entre áreas, de distinta especialización, y que no funcionen como silos”, añade. Por último, menciona la búsqueda del aprendizaje permanente, al igual que su colega. “El conocimiento alcanzado quedará obsoleto en poco tiempo si la persona no se actualiza”, resume la especialista.

Melamed, quien está por lanzar su libro El futuro del trabajo ya llegó, expone las siete áreas con mayor proyección. Datos e Inteligencia Artificial, Ingeniería e Informática, Economia del Cuidado (las disciplinas vinculadas a la asistencia de pacientes crecieron tras la pandemia), Economía Verde (la preservación del medio ambiente y la reparación de daños cobran relevancia), Personas y Cultura (en el contexto actual las empresas advierten que las estrategias solo se pueden llevar adelante con las personas adecuadas), Desarrollo de Productos (tiene que ver con la innovación de servicios y productos) y Ventas Marketing y Contenidos.

Autoridades de universidades privadas identifican en los alumnos una inclinación hacia carreras con posibilidad de internacionalizar el plan de estudios
Autoridades de universidades privadas identifican en los alumnos una inclinación hacia carreras con posibilidad de internacionalizar el plan de estudiosJULIAN BONGIOVANNI

¿Cuánto influye la salida laboral a la hora de decidirse por una carrera? Vázquez, de UADE, señala que es un factor determinante, pero que no debería ser el único. “La elección vocacional también debe responder a intereses genuinos de las personas”, subraya.

Tanto o más que la demanda del mercado local, los aspirantes preuniversitarios tienen en su agenda la posibilidad de internacionalizar su trabajo, destacan las instituciones consultadas. “Percibimos una fuerte inclinación hacia carreras con posibilidad de internacionalizar el plan de estudios, como Licenciatura en Negocios Globales, Licenciatura en Finanzas Globales o Licenciado en Comunicación Global, que tienen un gran componente de materias en inglés y otras que pueden cursarse en el exterior”, comenta Vázquez.

Más allá de cualquier elección, al graduarse de la universidad los estudiantes hoy no terminan sus estudios, sino que recién empiezan. “Tenemos que formarlos para ser capaces de seguir aprendiendo toda su vida y ayudarlos con una buena oferta académica”, concluye Vidaguren.Mariana Israel

https://www.lanacion.com.ar/sociedad/perfiles-buscados-las-carreras-universitarias-con-mas-salida-laboral-y-las-nuevas-habilidades-nid27072022/

REVISTA UCES VAS

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Singular cambio en la estructura etárea de la población urbana

La crisis sanitaria provocada por la irrupción del COVID-19 en los primeros meses de 2020 no sólo provocó un singular cambio en el comportamiento social y en el ritmo de la economía en todo el mundo, y en particular en la Argentina, porque la encontró en medio de un ciclo recesivo que se intentaba revertir, sino también, y tal vez sorprendentemente, una modificación notable en la estructura etárea de la población urbana. Los principales movimientos que detectó IDELAS y las expectativas a futuro

Según la proyección intercensal entre 2000 y 2010 que publica el INDEC por tramo de edades del total de habitantes a nivel país, la tasa de variación por año de la población pasó de 1,16% en 2011 a menos de 1% diez años después. En esa década, los extremos de 0 a 14 años y de 65 años en adelante, se redujo en el primer caso de 0,37% a 0,27%, mientras que, por el contrario, en el segundo se elevó de 2,06% a 2,4 por ciento.

En las franjas intermedias de más de 14 a 29 años y de 30 a 64 años, que es donde se concentra la oferta laboral, se observa una generalizada disminución del ritmo de aumento, aunque singularmente más marcado en el primer segmento, al punto que de 0,8% inicial virtualmente se estancó al fin del decenio; en tanto en el segundo la desaceleración fu más atenuada, e de 1,68% a 1,48% interanual. De ahí surge un persistente envejecimiento poblacional, el cual indefectiblemente lleva a que la partida presupuestaria en jubilaciones y pensiones sea cada vez mayor, al tiempo que deteriora la relación entre activos y pasivos, como ha mostrado la Fundación FIEL en la Conferencia anual de 2020: “en 1950 había 17 activos (entre 15 y 64 años) por adulto mayor (65 años o más), hoy hay 5,5, y para 2050 habrá 2,5. Es decir, cada vez es más difícil financiar el sistema previsional. Más en un país con alta tasa de informalidad y bajos incentivos para aportar al sistema que termina brindando prestaciones a todos hayan aportado o no.

Esas proporciones se modifican sustancialmente según se trate de aglomerados urbanos y el resto del país, y más aún en tiempos de pandemia de COVID-19, según detectó el Indec al procesar los resultados de la encuesta Permanente de Hogares correspondiente al segundo semestre 2020 y la comparación con el año previo, cuando era impensable la importación de una crisis sanitaria desde china y sus derivaciones.

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

En La EPH correspondiente al segundo semestre de 2019, a través del método tradicional del organismo oficial de estadística, plenamente presencial, se detectó que en el conjunto de los 31 aglomerados urbanos relevados para la estimación de la población en condición de pobreza la estructura etárea se desagregaba en 21,7% entre 0 y 14 años; 23,4% entre 15 y 29 años; 41,5% en el tramo de 30 a 64 años; y 13,4% en el extremo de 65 años y más.

Un año después esas relaciones cambiaron sustancialmente: adquirieron mayor representatividad las franjas de hasta 29 años y perdieron participación las dos siguientes: De 0 a 14 años subió a 23,5%; y la de 15 a 29 años se elevó a 24% del total. Por el contrario, el segmento de 30 a 64 años se redujo levemente, a 41,3%; y la de 65 y más años se achicó a 11,2 por ciento.

La historia de la estructura etárea de la población en las zonas más densamente pobladas del país es muy corta, data de 2016, pero suficiente para poder advertir rápidamente que mientras en los cuatro años precedentes a la llegada al país del COVID-19 los cambios observados fueron en general poco significativos, en el primero con crisis sanitaria se combinaron dos fenómenos, uno estadístico y otro social, que provocaron movimientos relativos de significación.

El fenómeno estadístico se origina en la adaptación del proceso de obtención de datos del INDEC a la virtualidad que impuso el aislamiento social preventivo y obligatorio, inicialmente, y luego flexibilizado con el simple distanciamiento en la circulación de las personas y en lugares de trabajo, con encuestas que fueron respondidas a través de la vía telefónica y el correo electrónico, acorde con criterios aceptados internacionalmente.

En tanto, el fenómeno social responde al movimiento de muchos habitantes residentes en zonas densamente pobladas a lugares con menor concentración demográfica, atraídos por el predominio de espacios verdes, en tanto pudieran mantener la conectividad laboral y educativa.

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

La última Encuesta Permanente de Hogares del INDEC estimó para el segundo semestre de 2020 una población de 22,54 millones de habitantes en el conjunto de 31 aglomerados urbanos de todo el país, de los cuales 6,7 millones formaban la franja de 0 a 14 años; 6,8 millones la de 15 a 29 años; 11,8 millones la siguiente de 30 a 64 años; y 3,2 millones la de adultos mayores.

El total agregado se elevó en el primer año en crisis sanitaria 1,85%, casi el doble que la tasa estimada de crecimiento vegetativo a nivel país, aunque con una singular dispersión por segmento de edades. La más expansiva fue el de 0 a 14 años, mientras que la única contractiva fue la del extremo de 65 años y más, con 14,9%. Los tramos intermedios acusaron incrementos de 4,5% en el de 15 a 29 años y 1,4% la que forma parte del núcleo duro de la fuerza laboral, de 30 a 64 años.

Por el contrario, en las zonas menos densamente pobladas, las que en conjunto sumaban unas 16,8 millones de personas, el total se contrajo 0,5%, según se desprende de la diferencia entre la población total que proyecta el INDEC según la tendencia de la tasa intercensal, y la resultante de la EPH para los 31 aglomerados urbanos relevados: CABA, partidos del Gran Buenos Aires; Gran Mendoza, Gran San Juan, Gran San Luis (Cuyo); Corrientes, Formosa, Gran Resistencia y Posadas (Noreste); Gran Catamarca, Gran Tucumán-Tafí Viejo, Jujuy-Palpalá, La Rioja, Salta y Santiago del Estero-La Banda (Noroeste); Bahía Blanca-Ceri, Concordia, Gran Córdoba, Gran la Plata, Gran Rosario, Gran Paraná, Gran Santa Fe, mar del Plata, Río Cuarto, Santa Rosa-Toay y san Nicolás-Villa Constitución (Pampeana), y Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, Neuquén-Plottier, Río Gallegos, Ushuaia-Río Grande, Rawson-Trelew, y Viedma-Carmen de Patagones (Región Patagónica).

Y como en el caso de los aglomerados urbanos en el “resto del País” se verificó un comportamiento dispar, con bajas absolutas en los dos primeros tramos de 12% y 7% en los de 0 a 14 años y 15 a 29 años, respectivamente; y aumento mínimo de 1,7% en el siguiente de 30 a 64 años, y singular de poco más de 50% en el extremo de más 65 años y más.

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

Esas variaciones y movimientos de la población entre los aglomerados urbanos y resto del país no sólo se manifestó en dispares tasas de participación de cada tramo etáreo en el total general, como en los desagregados por densidad demográfica, como en la variaciones de esas tasas en las cuatro grandes divisiones que hace el INDEC para clasificar la pobreza e indigencia por edades.

Claramente, se trata de indicadores de singular relevancia para un apropiado diseño de políticas asistenciales, laborales, previsionales, y migratorias, como para proyectar las necesidades de infraestructura educativa, sanitaria y hábitat, entre muchas otras áreas claves para posibilitar un desarrollo armónico en lo económico y social, y contribuir a no perder el bono demográfico que implica inducir a compensar el efecto del aumento de la longevidad, con el crecimiento inducido de las poblaciones jóvenes, y la disminución de la marginalidad laboral que es claramente más alta en la franja de 14 a 29 años, que es donde a la vez se registran los índices más elevados de desempleo, principalmente por efecto del crecimiento más dinámico de la oferta que de la demanda laboral para cubrir un nuevo puesto de trabajo.

La extensión de la crisis sanitaria, entre sus tremendos perjuicios en términos de pérdidas de vidas humanas, y económicos y sociales, en algunos casos agravados por medidas prolongadas de aislamiento social y cierre de actividades decretadas no esenciales, provocó también la postergación del proceso tradicional del censo presencial de población, vivienda e ingreso de los hogares, mientras que los relevamientos trimestrales del mercado de trabajo como de condiciones socioeconómicas pasaron a la modalidad virtual, a través de correos electrónicos y canales digitales, aunque siguiendo parámetros internacionales generalmente aceptados.

La prueba ácida de la efectividad de ese método será el momento del regreso al sondeo de campo presencial, post pandemia, y el cotejo de los resultados que se obtengan con los que previamente surgían, porque permitirá comprobar si se estaba frente a un cambio de tendencia que sostuvo, o ante un cuadro transitorio e imperfecto determinado por la crisis sanitaria.

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

Fuente: IDELAS con datos del INDEC

Perfil.com

Educación y negocios en tiempos de pandemia

La pandemia aceleró lo que inexorablemente hubiese pasado, tal vez en cinco o diez años, obligándonos a salir de la zona de confort y enfrentándonos a grandes desafíos con resultados positivos.

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Norberto Patanó. Licenciado en Marketing. Coordinador de la carrera de Marketing en Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales.

Cuando por marzo de 2020 se anunciaba el inicio de lo que oficialmente se dio en llamar Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, pensamos que se trataría de una medida transitoria de pocas semanas, pero la realidad es que entre etapas de mayor y menor rigurosidad de aislamiento seguimos bajo medidas de prevención sanitaria que afectan nuestra vida en todos los ámbitos en los cuales nos desempeñamos.

Mi mundo profesional está compuesto de dos hemisferios, los negocios y la educación y en ambos observo y participo de cambios que ocurren aun a pesar de nosotros. Digo esto porque la realidad nos pasa por encima a pesar de nuestra resistencia a salir de nuestra zona de confort y la pandemia aceleró lo que inexorablemente hubiese pasado, tal vez en cinco o diez años.

En los negocios, la no presencialidad impuesta destruyó a algunos tradicionales, pero a la vez dio lugar a emprendimientos comerciales formidables, nuevas formas de comerciar, la explosión de las tiendas digitales y el Marketing Digital

En la educación nos enfrentamos a un cambio profundo, privados del aula física tradicional nos vimos obligados a explorar y poner en práctica nuevas formas de educación o poner a riesgo la continuidad del proceso educativo, pero como se dice habitualmente “la crisis genera oportunidades”, así que tenemos el gran desafió de descubrirlas y explotarlas para el bien de nuestros alumnos.

La educación virtual no es algo tan nuevo y en algunos ámbitos ya se viene desarrollando exitosamente hace años. En el mundo corporativo, la capacitación por e-Learning es práctica habitual y en el ámbito académico los MOOCs acrónimo en inglés de Massive Online Open Courses (Cursos Online Masivos y Abiertos), permiten acceder en forma libre a cursos del mejor nivel de casi cualquier disciplina que uno pueda imaginar, de universidades tan prestigiosas como Harvard.

Las empresas vienen obteniendo muchos beneficios del e-Learning los cuales podrían aplicarse a la educación formal, pero sin embargo muchos miembros de la comunidad educativa se siguen resistiendo, lo cual corre tanto para docentes como para alumnos, a pesar de las diferencias generacionales.

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Educación y negocios: adaptarse a nuevas modalidades es enriquecedor.

Aunque es difícil tener una cifra exacta, las empresas que usan e-Learning redujeron los costos de capacitación no menos del 50%, por evitar viajes y gastos inherentes al traslado de capacitadores y personal.

Sin límites de espacio físico la capacitación se puede hacer masiva e ilimitada, lo cual amplía para el personal la posibilidad de desarrollo y crecimiento profesional y para la empresa los resultados operativos.

El alumno se auto gestiona en el proceso de aprendizaje, avanza a su ritmo sin depender de tiempos de terceros y se auto evalúa para obtener la certificación.

Para el capacitador es muy fácil hacer el seguimiento del curso a través de las herramientas que proporciona la plataforma de e-Learning.

Más allá de mis propias apreciaciones, consulté con colegas de empresas internacionales y su testimonio consolida la idea de que para las empresas la pandemia no fue un inconveniente para llevar adelante sus planes de capacitación, sino que por el contrario sacaron más provecho de la virtualidad

El vicepresidente de ventas de una empresa japonesa que opera en nuestro país manifiesta su satisfacción por haber más que duplicado en el último año las actividades de capacitación comercial en la región, con el orden de los seis mil participantes. Asimismo, recogieron un incremento notable en la participación a webinars, muy por encima de la participación en actividades presenciales.

Una colega del área de recursos humanos de una empresa que opera en todos los continentes en el rubro de tecnología comentó que el uso intensivo de la virtualidad y las facilidades de la tecnología de e-Learning le permitieron a la compañía universalizar los contenidos de capacitación y hacerla extensiva a todos los niveles organizacionales. Debieron adaptar los contenidos de los cursos, entrenar a los capacitadores e invertir en tecnología, pero los resultados son más que satisfactorios

Volviendo al punto de la educación tradicional, estoy convencido de que también podemos sacar beneficio de la virtualidad y hacerla más accesible para todos, aunque demandará un esfuerzo de adaptación cultural, inversión tecnológica y capacitación docente.

La gran crítica a la educación virtual es la falta del vínculo emocional tan necesario para el proceso de aprendizaje. Aun nuestros alumnos nativos digitales reniegan por la falta de socialización y los docentes se quejan de la frustrante sensación de dar clase a sillas vacías, pero en este sentido la tecnología lejos de ser un escollo es una aliada, una buena plataforma facilita la interacción y el uso de las cámaras para el contacto visual. También los recursos pedagógicos adecuados permiten desarrollar el vínculo

Los docentes e instituciones educativas tradicionales nos vimos improvisando en la emergencia, la educación virtual es más que clases remotas, pero debemos capitalizar esta experiencia y mejorar todos nuestros recursos técnicos e intelectuales para no retroceder sobre esta oportunidad que nos dio la crisis.

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La Nación | Endeavor Argentina

Oportunidad: el sector de comercio exterior busca gente para trabajar

Hay trabajo para los especialistas en comercio exterior
Hay trabajo para los especialistas en comercio exterior Crédito: AP

En 2030, más del 85% de los negocios del mundo van a ser del e-commerce y el 99% del comercio va a hacerse online. (.) Estoy seguro de que hoy todos quieren tener grandes negocios. Para 2030 querrán ser pequeños, porque van a tener que ser flexibles. Y, en ese momento, el 80% de los negocios serán pequeños y todos van a tener que estar globalizados. Si no estás globalizado, estás muerto”. La sentencia fue pronunciada por Jack Ma, cofundador y presidente ejecutivo de Alibaba -el inmenso grupo chino dedicado al comercio electrónico- durante un foro público de la Organización Mundial de Comercio realizado en 2018.

Para 2030 el 80% de los negocios serán pequeños y todos van a tener que estar globalizados. Si no estás globalizado, estás muerto.

Con tal proyección en el horizonte, incorporar profesionales capacitados para llevar adelante misiones de importación, exportación o de dar servicio para hacerlo, aparece como una necesidad imperiosa para las organizaciones. Sin embargo, cuando se consulta a diferentes actores del mercado sobre las oportunidades laborales que hoy brinda el sector, la respuesta común señala un desaceleramiento de la demanda.

 
Pero esa es la foto actual, subrayan, y está enmarcada en una economía en problemas a nivel general (según la consultora Ecolatina se perdieron casi 4 millones puestos de trabajo en el segundo trimestre). Entonces, enseguida enuncian proyecciones alentadoras: “Aún hay búsquedas en algunos sectores”, “Este mercado se va a reactivar en unos meses”, “La salida de la Argentina está en el comercio exterior”.

Cynthia Isabelle, directora de Permanent Placement de Adecco Argentina, explica: “Sabemos que, aunque ahora tengamos alguna baja, este mercado va a moverse. A partir de febrero o marzo esperamos un repunte en el mercado en general”. La headhunter subraya que entre las búsquedas activas hoy priman las que son para posiciones de analistas por sobre las de operadores.

“El mercado laboral cayó para todos los sectores”, coincide Emma Fontanet, gerente de Promoción de Comercio Internacional de la Fundación ICBC, que ofrece la carrera de Técnico Superior en Comercio Internacional. “De todos modos, me llama la atención que en comercio exterior sigue habiendo búsquedas, claro que no en el mismo nivel que cuando la economía estaba en mejor situación. Es que cuando la cosa se pone complicada en materia de regulación, se necesita más gente que sepa“.

La bolsa de empleo de la Fundación ICBC recibe, regularmente, 10 búsquedas por mes. “Fue muy desafiante este año. Se sintió un stop generalizado, pero sí vemos ahora un movimiento vinculado a cambio de normativa“, dice Natalia Zacarías, rectora de la Escuela de Comercio Exterior de la Fundación ICBC. En los últimos meses aumentó la búsqueda de perfiles que puedan asesorar y actuar ante las nuevas reglamentaciones, especialmente para entidades financieras y despachos aduaneros.

“Cada vez que cambian las normativas, empiezan los cuellos de botella para poder responder en tiempo y forma a los clientes. No son perfiles hiperespecializados -sigue Zacarías- sino personas que entienden el lenguaje y pueden dar respuesta a quien tiene algún problema.” Asegura que en estos momentos es cuando se incrementan las oportunidades para quienes se están formando “y, tal vez, de una posición de atención al público se pueden transformar en analistas”.

En grandes y en pymes

Las unidades de comercio exterior de grandes compañías son una de las principales fuentes laborales para los profesionales del sector. “La mayor captación está en las empresas que tienen departamentos para desarrollar sus exportaciones en el área de logística, compañías navieras y de transporte en general. Tanto las argentinas como las extranjeras, son una aspiradora. Cuando terminan el segundo y tercer año, los jóvenes están con trabajo”, dice Sergio Tortosa, director de la carrera de Comercio Internacional de la Universidad del Salvador (USAL).

Por su parte, Zacarías dice que este año la oferta del sector logístico decayó. “Siempre hay mucha demanda orientada a logística, pero la gente que trabaja en el sector es de la más golpeada porque no pudo seguir creciendo. El movimiento de cargas estuvo muy complicado. Sin embargo, a nivel formación hay una gran cantidad de posgrados y maestrías vinculados al tema y eso indica la necesidad de especializarse en esta área. Es decir, aunque a veces se la pierda de vista, es un área siempre en avanzada”, dice Zacarías.

Las micro y pymes también brindan oportunidades, ya que cada vez más buscan una alternativa en el e-commerce con el exterior. “Un estudiante avanzando en una tecnicatura tiene todas las herramientas para asesorar a un emprendedor o pequeña empresa que está en esa búsqueda. Una pyme necesita de gente con una visión optimista y una mirada fresca y son los jóvenes quienes más se motivan y abren la cabeza“, señala Zacarías.

En el sector privado las oportunidades también aparecen en bancos, compañías de fintech y aseguradoras. “Entre los que recién empiezan, los primeros trabajos son con despachantes de aduana o forwarders (agente de carga). Otros empiezan como cadetes y en la parte operativa o en la documental, que en comercio exterior no es un tema menor. De ahí pueden pasar a departamentos de Operaciones y de Comercial, si fuese una empresa de servicios”, agrega Fontanet.

En el sector privado las oportunidades también aparecen en bancos, compañías de fintech y aseguradoras

Sobre el trabajo en los bancos, Valeria Caprioli, responsable de Producto Comex en Banco Santander Argentina, explica que -en su caso- las tareas incluyen gestiones comerciales, servicio al cliente, procesos de desarrollo digitales, comunicación interna y externa, capacitación y la vinculación con diversos organismos como el Banco Central (BCRA), la Cámara de Comercio de Estados Unidos nuestro país (Amcham) y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), entre otros.

Si bien en un banco el equipo dedicado a la coordinación de comercio exterior puede estar formado por pocos profesionales -en Santander son cuatro-, los empleados que realizan tareas relacionadas con el ese negocio pueden ser decenas. “En nuestro caso son más de 150 los empleados, distribuidos en diferentes gerencias, los que se relacionan con el tema. Por eso, hay que saber trabajar para distintos intereses y objetivos”, señala la ejecutiva.

Para los profesionales bancarios de comercio exterior, los conocimientos técnicos y legales son esenciales. “Hoy el tema principal es la actualización normativa por ser un mercado tan regulado desde hace un año. Hay que enfocarse en cumplir las normas del BCRA”, dice Germán Grizas, quien a fines de septiembre se incorporó al equipo de Caprioli como product specialist. Grizas es docente de la materia Medios de pago y cambios en la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (UCES).

Hoy, la mayor demanda hacia el banco proviene principalmente de los sectores de medicamentos y de alimentos. “También de servicio, tanto de ingreso como egreso. Hay muchos individuos que ofrecen sus servicios al mundo, desarrolladores tecnológicos, por ejemplo, y que reciben su pago y lo ingresan”, explica Caprioli.

En cuanto a los perfiles, “deben ser personas curiosas y saber dar respuestas rápidas tal como exige la conexión permanente con el mundo mediante la tecnología. Y capacitarse contantemente”, suma Fontanet. Germán Grizas, product specialist en el Banco Santander, pone el foco en un perfil específico clave para el negocio: “Un programador de IT que es licenciado en comercio exterior gana puntos porque entiende la lógica de la mercadería que se importa, exporta, que pasa por aduana, que entiende el contravalor que se tiene que ingresar o las divisas que pueden salir”.

Todos los entrevistados recomendaron que los jóvenes profesionales recorran el campo: que vayan al Senasa, a la Aduana, al puerto y a las terminales de carga. “No siempre les gusta, pero es muy valioso ver la operación”, señala Fontanet. Además, es esencial dominar el idioma inglés.

También en Cancillería

El sector público también brinda oportunidades laborales, y no solo en la Aduana y agencias estatales de promoción de exportaciones. Un licenciado en Comercio Exterior puede trabajar en la Cancillería. Para hacer la carrera diplomática es necesario ingresar por concurso al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. La formación dura dos años.

Eduardo Zuain, director del ISEN, asegura que desearía que hubiese más candidatos de la carrera de comercio exterior. “Uno de los pilares de la política exterior es promover y aumentar las exportaciones. Un profesional de comercio exterior es ideal porque, aunque en el ISEN les damos herramientas para desempeñarse, ya viene con una carrera que lo respalda. Cuando van a una embajada o consulado pueden detectar las oportunidades comerciales para la Argentina con más claridad que un abogado”, señala.

Por su parte, Juan Manuel Cortelletti, diplomático de carrera y jefe de gabinete de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, dice: “La articulación con empresas, cámaras sectoriales, fondos de inversión pública y privada; la organización de misiones de promoción comercial sectoriales y multisectoriales, las aperturas de mercados, la asistencia a las pymes exportadoras y la detección de oportunidades comerciales para empresas argentinas, por ejemplo, son parte de nuestra función como diplomáticos y pueden nutrirse de estas profesiones que, en términos relativos, aún son escasas en el servicio exterior”.

“El comercio internacional es más viejo que la pólvora. Existe desde el trueque de la moneda. Coyunturalmente podemos tener años mejores y peores, pero son olas de algunos años”, sintetiza Grizas. Y, como otros entrevistados, subraya que el sector está vivo y necesita profesionales capacitados.

“El objetivo es que pueda elaborar estrategias más allá del cambio de políticas”, dice Alejandra Gersicich, directora de la Licenciatura en Comercio Exterior de la UCES. “Ya veníamos con una gran modificación tecnológica y ahora, la pandemia va a generar un nuevo orden”, agrega. La adaptabilidad, la tolerancia a la presión y la actualización permanente debe estar en el ADN de quienes trabajan en el sector. “Esta gente vive inmersa en un vértigo enorme”, dice Natalia Zacarías, rectora de la Escuela de Comercio Exterior de la Fundación ICBC y pedagoga de profesión. Se refiere a los frecuentes cambios de los contextos global, multilateral y bilateral. “No te podés dormir”, destaca.

“Es una carrera necesariamente polifacética”, agrega Sergio Tortosa, director de la carrera de Comercio Internacional de la USAL. Al profesional se le pide capacidad para negociar -saber vender y comprar- y generar proyectos, conocimiento de idiomas, conocimientos del manejo de aduanas, financieros, logísticos, de marketing internacional, inteligencia de mercados y cultura internacional.

La socialización virtual como condición de posibilidad del aprendizaje

Internet ya no es sólo una red de interconexión de bits sino también de ideas, de emociones, de experiencias y de episodios significativos.

Hernán Tejerina. Técnico Superior en Publicidad. Director de la carrera de Publicidad de la Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales y Asesor en Comunicación 360.

Aislamiento físico, no social Habiendo transitado ya un largo tiempo de cuarentena -o de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (A.S.P.O.)-, descubrimos que, en realidad, nuestro aislamiento no es estrictamente social sino físico. ¿Por qué? Porque seguimos socializando gracias a las herramientas digitales que nos brinda la tecnología y, día a día, lo aprendemos a hacer cada vez mejor. De este modo global, colectivo y gradual, estamos construyendo una nueva Sociedad que ya no es solamente “de la Información” sino también del Conocimiento, del Trabajo, de las Experiencias, de las Emociones y de los Sentimientos, porque, en definitiva, todas estas expresiones son formas de Comunicación y la Comunicación es, sin dudas, la instancia más constructiva, eficaz y evolucionada de la socialización humana. Por estas razones, Internet ya no es sólo una red de interconexión de bits sino también de ideas, de emociones, de experiencias, de episodios significativos, de trabajos y de aprendizajes. Asimismo, Internet no es ya exactamente una mera representación digital del mundo físico, sino una modelización tecnológica de nuestro propio mundo mental y emocional. Por otra parte, tampoco Internet es estrictamente “artificial” porque, antropológicamente hablando, es inherente a la naturaleza humana, desde tiempos inmemoriales, crear herramientas y que esas herramientas sean útiles para “reducir limitaciones y distancias”, “llegar más lejos”, “ir más allá”, “estar en contacto con otros”, “comunicar y congregar gente”. La diferencia está en que esas herramientas ya no son de piedra, de madera, de metal o analógicas sino digitales.

Nuestro aislamiento físico ha potenciado nuestra necesidad de socializar a través de herramientas digitales y nos ha hecho redescubrir y revalorizar la importancia que tiene vivir en sociedad y circular libremente. Por eso, por nuestra seguridad y por nuestra salud física, mental y emocional, la tecnología nos permite aislarnos físicamente y, a la vez, socializar para estar conectados con nuestros afectos, con nuestros intereses y con nuestras responsabilidades laborales y, especialmente, con la enseñanza y el aprendizaje.   El gran desafío actual de la educación terciaria Cada nivel de enseñanza tiene sus particularidades y, por lo tanto, requiere de estrategias y soluciones a la medida de sus objetivos y de sus problemáticas. Sin embargo, en este contexto de virtualidad, la educación terciaria implica un desafío mayor. Es propio de la educación terciaria, encuadrada dentro de lo que se conoce como “tecnicaturas”, la formación práctica, la inserción progresiva y programada del alumno en el concreto mundo del trabajo y la incorporación de habilidades “técnicas” que le son propias a la profesión y para la que se prepara al futuro egresado.

Esto es así porque lo que la caracteriza no es el conocimiento teórico, es decir, “el saber sobre” determinados contenidos y temas, sino más bien el conocimiento práctico, “el saber hacer”. Por citar algunos ejemplos, en las tecnicaturas del área de la Publicidad y la Comunicación, no se cumplen los objetivos del proceso enseñanza-aprendizaje consiguiendo solamente que los alumnos “sepan sobre” campañas de comunicación, sino logrando que los alumnos “sepan hacer” campañas de comunicación. Lo mismo podríamos afirmar que ocurre en otras carreras: los alumnos deberán “ser capaces de” realizar con idoneidad, por ejemplo, un plan comercial o un plan de negocios para ser aprobados y adquirir las habilidades y las competencias que son requeridas en sus respectivas profesiones. Más arriba decíamos que en este contexto de virtualidad educativa y de aislamiento “físico” obligatorio, las tecnicaturas tienen un enorme desafío. Esto se debe a que la formación práctica y técnica requiere de un grado más alto de socialización que la formación teórica tradicional porque el dictado de las clases, lejos de ser unidireccional, es multidireccional y sinérgico, requiriendo de la continua interacción de docentes y alumnos. Además porque en las tecnicaturas es necesario que los alumnos realicen trabajos prácticos que les permitan incorporar y aplicar conocimientos y ejercitar y desarrollar destrezas técnicas, tanto dentro de la clase a través de la modalidad aula-taller como también fuera del horario de clases.

Esa necesidad de socialización se ve también potenciada por el hecho de que los alumnos deben funcionar y organizarse como equipos de trabajo, muy similares a los que se desenvuelven en el marco de una profesión y porque los profesores, deben gestionar y supervisar su correcto funcionamiento en pos de que los roles individuales y la productividad grupal estén en equilibrio y enfocados en los objetivos específicos que plantea cada asignatura. Esa fuerte demanda de socialización en la educación terciaria además está determinada en el Plan de Estudios y es constitutiva del Currículum ya que es menester que los estudiantes tomen contacto asiduo con el mundo real del trabajo en la profesión específica en que forma la carrera. En concreto, un alumno que cursa la tecnicatura de Publicidad se vinculará a través de ella con las agencias de publicidad, con las agencias creativas, con las agencias digitales, con las agencias de medios, con los departamentos de Publicidad de los medios de comunicación, con los departamentos de Publicidad de las empresas anunciantes, con las productoras audiovisuales y gráficas, es decir, con todas aquellas empresas publicitarias donde se desarrolla la actividad profesional.

Ese contacto con el mundo del trabajo y con los distintos ámbitos profesionales está siempre mediado pedagógicamente por el equipo docente y coordinado y programado por las direcciones de carrera, lo que hace que también se requieran de tareas de socialización académica y profesional de parte del equipo docente para poder organizar en tiempo y forma las actividades prácticas, los trabajos de campo, las pasantías y las prácticas profesionalizantes que están establecidas en el Plan de Estudios. Por lo tanto, hoy el gran desafío de la educación terciaria es obtener sin contacto físico, de modo remoto y sólo con herramientas digitales, altos resultados académicos con la mayor socialización virtual formativa posible, para poder cumplir los objetivos curriculares preestablecidos en el Plan de Estudios, en medio de una estricta y extensa situación de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (A.S.P.O.).

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